domingo, 20 de abril de 2014
miércoles, 9 de abril de 2014
Cuando era niña le gustaba cubrir con la mano
el cristal de la linterna y mirar a contraluz el
borroso perfil de los dedos, de un rojo acuoso,
los quietos huesecillos como crisálidas,
la seda blanca de la piel......
Constantemente aquel deseo de que la
luz atravesara su carne y le llegara muy adentro
del corazón, como si ella , toda entera,
fuera un farolillo chino de suave papel.
Con los años entendió, sin embargo,
que siempre es de noche en el centro de la rosa........
(Genma Gorga)
el cristal de la linterna y mirar a contraluz el
borroso perfil de los dedos, de un rojo acuoso,
los quietos huesecillos como crisálidas,
la seda blanca de la piel......
Constantemente aquel deseo de que la
luz atravesara su carne y le llegara muy adentro
del corazón, como si ella , toda entera,
fuera un farolillo chino de suave papel.
Con los años entendió, sin embargo,
que siempre es de noche en el centro de la rosa........
(Genma Gorga)
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